El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo avanza en la elaboración del decreto para ampliar la categorización con la que esos establecimientos puedan acceder a exenciones.
El pasado 21 de enero el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo publicó para comentarios un proyecto de decreto que busca reglamentar a restaurantes y bares, así como a otras actividades gastronómicas, como prestadores de servicios turísticos (PST).
Según el artículo 62 de la Ley 300 de 1996 (antigua ley de turismo), los sectores mencionados ya contaban con esta connotación, pero a finales del año pasado con la nueva normativa (Ley 2068 de 2020) quedó definido que esta cartera del Gobierno deberá establecer los criterios para otorgarles el título de “turísticos”.
Cabe resaltar que en la actualidad solo operan como PST aquellos bares y restaurantes ubicados en zonas específicas.
“Nosotros participamos en la elaboración del Decreto, que era una intención manifiesta desde hace tiempo, porque no tenía sentido que un establecimiento se considerara turístico sólo porque quedaba en un área turística”, resaltó Guillermo Gómez, presidente de Acodres.
En el documento se estipula que, los restaurantes de autoservicio; comidas rápidas; cevicherías y pescaderías; camiones de comida; fruterías; heladerías; salsamentarias; panaderías y reposterías; cafeterías; piqueteaderos; y, bares serían las categorías que podrían a aspirar a un Registro Nacional de Turismo (RNT).
El documento especifica que los beneficios están relacionados con exenciones tributarias y estrategias de visibilización.
En términos generales, expertos del sector ven con buenos ojos la iniciativa, pues consideran que es aún más relevante por la crisis.
Para Edna Rozo, decana de la Facultad de Administración de empresas Turísticas y Hoteleras de la Universidad Externado, el beneficio visible más característico del proyecto es que la inscripción al RNT, implica que los operadores se ciñan a las normas tanto locales como nacionales, lo que a su vez contribuiría con la formalización del sector.
“Considero muy positivo que el Gobierno busque mejorar la oferta y a la vez aliviar la situación de un sector que se ha visto muy golpeado, pues al tener RNT se accederá de forma automática a exenciones tributarias, y tendrá la posibilidad de estar en las guías especializadas”, destacó María Claudia Lacouture, la directora AmCham Colombia.
La justificación del proyecto el Ministerio expone que de acuerdo con un estudio de la compañía Yanhaas S.A., la industria gastronómica, especialmente pensada en visitantes, viene evolucionando por lo que “es pertinente modificar la clasificación de establecimientos gastronómicos de interés turístico”.
LOS CONTRA
Las personas consultadas consideran que si el Gobierno no establece adecuadamente los criterios de la norma, también existirían riesgos.
“Si bien el ingreso de establecimientos gastronómicos al turismo abriría posibilidades, la falta de perfilación provocaría que la identidad cultural y gastronómica pierda su esencia”, comentó Yuri Hernández, líder del Grupo de estudios en Turismo-GET del programa de administración de empresas turísticas de la Universidad de Medellín.
Agregó, además, que los PST deberán contar con algún tipo de capacitación en gestión turística, muy diferente al servicio que prestan al consumidor habitual.
En términos de cifras, de acuerdo con Confecámaras, en Colombia hay 51.670 restaurantes con expendio a la mesa, de los cuales solo 1.324, es decir, el 2,5%, cuentan con RNT.
Si a este total se le suman las otras actividades que contempla el Decreto como, cafeterías (17.479), expendio por autoservicio de comidas preparadas (2.748) y otros tipos de expendio (20.298) la cifra del universo gastronómico ascendería a los 40.535 establecimientos, de los cuales solo el 0,5% tienen RNT.
Para la decana del Externado, la voluntariedad de la inscripción representaría un vacío, ya que los lugares que estén ubicados en zonas turísticas y no quieran ser regulados, no se presentarían a la convocatoria porque la afluencia de su público se mantendría.
“Y tienen que quedar claramente definidos los criterios para que no lleguemos a un excesiva ‘turistificación’ y terminen por desdibujarse los espacios de los habitantes locales”, dice.
Finalmente, en lo referente a los costos, la directora de AmCham Colombia plantea que no se podrían calcular porque planteado como está, “solo podrá generar un buen retorno que sobrepasa el costo”.
Mientras que, la experta de la Universidad de Medellín argumenta que el personal para la ‘supervigilancia’ de las instalaciones físicas, equipo y personal, entre otros, al menos trimestralmente, podría costarle al Estado alrededor de $2.000 millones anualmente.
Qué impuestos pagan hoy los restaurantes del país
Con respecto a la carga tributaria, el presidente de Acodres explica que actualmente los restaurantes pagan el impuesto al consumo y el IVA, aunque con respecto a este último, hay una exención a causa de la pandemia que regirá hasta finales de este año.
«Adicional pagamos el 20% de contribución de energía, el impuesto predial cuando se es dueño del local y los impuestos distritales de industria y comercio”, añade el empresario.
Y hay que esperar a que se definan cuáles serían los beneficios tributarios de su ingreso a la normativa de turismo, pues en la actual ley, sancionada el pasado 31 de diciembre, las menciones a restaurantes solo contemplan la exención del IVA, ya descrita, y la contribución del 1,5 por mil de los ingresos operacionales.
Tomado de: https://www.portafolio.co/negocios/