A muchos contribuyentes les genera preocupación el observar que olvidaron contabilizar alguna factura del año anterior y muchas veces cometen el error de omitirla pensando que ya nadie se dará cuenta, o que si informan les cobrarán inmediatamente una multa. Ante esta situación, lo recomendable en estos casos es seguir las siguientes instrucciones.

Lo primero que debe realizarse son los ajustes contables respectivos. Cuando se trata de una empresa que tiene implementada NIIF para Pymes, el ajuste debe hacerse conforme a la sección 10 que corresponde a la corrección de errores de periodos anteriores.

Es importante corregir la declaración de renta y la declaración de IVA del periodo que corresponda a la fecha de la factura.

Cuando ya están actualizados los ajustes contables, se debe solucionar el tema de los impuestos. Para ello es importante corregir la declaración de renta y la declaración de IVA del periodo que corresponda a la fecha de la factura. Esto se debe hacer tomando en cuenta el artículo 589 del estatuto tributario.

El artículo anteriormente mencionado dictamina que ya no es necesario presentar un proyecto de corrección, sino solamente una nueva declaración. De esta forma se facilita aún más el proceso de actualización de las facturas que se le olvidaron pagar a los contribuyentes.

Cómo tercer y último paso se debe corregir la retención en la fuente, esto porque obviamente la factura no fue causada ni contabilizada. Esta corresponde al 2.5% más los intereses moratorios.

Cuando las personas observan los ajustes que deben hacer muchas veces prefieren omitir todo el proceso, ya que consideran que igual nadie se dará cuenta. No obstante, omitir con o sin intensión una factura puede llegar a costarle a un contribuyente una multa del 50% del valor de la misma, por lo que siempre será mejor pagar los ajustes y no exponerse a tener que pagar una multa millonaria.

Otra decisión que toman las personas es pedirle al proveedor que anule la factura y emita una con fecha más reciente, esto es difícil de hacer ya que el proveedor deberá declarar nuevamente, por lo que seguramente no aceptará.

Por lo tanto, lo mejor es estar pendiente y no olvidar declarar alguna factura, pero en caso de que ocurra, lo mejor es analizar cuánto cuesta el proceso de reajuste y actualización, que normalmente será menor que las multas que se deben pagar.