By mylnwb
Propuesta para que productos farmacéuticos dejen de estar exentos del IVA
La propuesta radicada para reforma tributaria busca que se eliminen de categoría de exentos. Productores nacionales dicen que quedarían en desventaja.
Desde hace año y medio, cuando se aprobó en el Congreso la Ley 2010 de 2019, o la reforma tributaria también conocida como ‘Ley de Crecimiento’, la industria farmacéutica nacional celebró la decisión que modificó el tratamiento del IVA que tenían los medicamentos, pues pasaron del régimen de excluidos, en el que habían estado desde 1991, al de exentos.
Este cambio, en palabras términos claros, lo que permitió fue que los productores nacionales pudieran solicitar la devolución de los IVA pagados durante el proceso de fabricación de los productos, algo que las compañías importadoras de medicamentos no tenían que asumir y que, según se argumentó con la aprobación del proyecto, permitió “nivelar la cancha” entre nacionales y productores extranjeros.
Por otra parte, la propuesta radicada por el senador de Cambio Radical, Édgar Díaz Contreras, para el nuevo proyecto de reforma tributaria o ‘ley de inversión social,’ generó preocupación entre la industria nacional.
Con esta se busca que se pretende eliminar de la categoría de exentos, en el artículo 477 del Estatuto Tributario, productos como provitaminas y vitaminas, antibióticos, medicamentos y otros relacionados como “glándulas y demás órganos para usos opoterápicos” y “sangre humana, sangre animal para usos terapéuticos, profilácticos o de diagnóstico”.
Dentro de la justificación para esta propuesta el parlamentario asegura que, “inicialmente, la adición a este régimen se hizo con la finalidad de que la industria farmacéutica bajara así los precios de los medicamentos, pero esto no ha ocurrido, al contrario sobrecostos y altos costos surgieron de la pandemia”.
Esta propuesta no sentó bien a la industria nacional. “Cambiar el régimen de exención de los medicamentos es algo muy inconveniente en este momento, porque genera una inequidad entre los medicamentos importados y los producidos en el país.
«Esa inequidad ya se había zanjado con la ley 2010 de 2019, reversar eso en un momento como estos, en que la pandemia ha demostrado la importancia del suministro y el abastecimiento de medicamentos para los hogares colombianos, es supremamente inconveniente”, dijo José Luis Méndez, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas en Colombia (Asinfar).
Según Méndez, esto terminaría afectando además los bolsillos de los hogares, que en esta coyuntura destinan mayores recursos a medicamentos y vitaminas.
De parte de la Cámara de la Industria Farmacéutica de la Andi, su directora, Ana María Vesga, aseguró que “cuando la tributaria nos pasó de excluidos a exentos fue un logro para la industria de producción local, porque en el proceso de fabricación de un medicamento no es solo la producción de la mezcla de materias primas, sino que asocia una serie de costos que tienen IVA, y cuando se está excluido simplemente no se puede retornar”.
Para la ejecutiva, “había una clara asimetría en el régimen anterior”, pues el importador no tiene ninguno de esos costos y eso se traduce en una ventaja competitiva para ellos.
“Si volvemos al universo de los excluidos, esa opción de descontar el IVA de la cadena de producción no existe, lo que sería un mayor costo y eso puede eventualmente traducirse en incrementos de precios y a una pérdida de competitividad e incluso a que no haya incentivos para producir ciertos medicamentos”, dijo.
Se estima que en ventas, las compañías importadoras cuentan con el 65 % del mercado, mientras que las situadas en Colombia representan el 35 %, mientras que por el lado de la distribución la industria nacional ofrece casi el 70 % de las unidades, mientras que las importadoras tan solo aportan el 30 %.
IMPACTO NACIONAL
Este tema ha generado varios estudios desde centros de investigación y desde la estructura academia. Jorge Iván Bula, profesor titular de la Facultad de Ciencias Económicas de la U. Nacional y director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID), lideró el estudio Análisis de los elementos económicos y tributarios de la industria farmacéutica y su impacto sobre la competitividad frente a países de la región.
Según el académico, “lo que se hizo en 2019, al cambiar la condición de excluidos a exentos, tiene una ventaja importante y es que al final el precio al consumidor final llega a menores precios y en consecuencia tiene un efecto importante para el mercado de estos productos”.
Para Bula, la propuesta que se está intentando introducir en la reforma desde el Congreso no solo impactaría el precio final, sino también a la industria frente a sus competidores foráneos, pues el productor extranjero está exento del respectivo IVA en su territorio e ingresa a nuestro mercado con preferencias tributarias como un cero arancel, producto de acuerdos de libre comercio.
“Lo que mostramos en nuestro estudio es que la competitividad en el sector nacional se vería afectada, pues esta ley igualó el terreno de juego y puso en igualdad de condiciones a los productos producidos en el mercado nacional y a los extranjeros. Si se tiene en cuenta la tasa de cambio, los productos importados ingresarían a costos muy altos, o incluso los mismos insumos. Así el producto final no pague IVA, esto tendría impactos importantes sobre el sector salud”, aseguró Bula.
Desde Fedesarrollo, se elaboró el año pasado un estudio que analiza el impacto del tránsito de los productos farmacéuticos de excluidos a exentos que se logró.
El documento asegura que la medida adoptada por el gobierno en la ley 2010 del 2019 “permite que los productores locales compitan en igualdad de condiciones con los importadores. Esto, teniendo en cuenta que, debido a la exclusión de los medicamentos del IVA desde 1990, las firmas colombianas estaban enfrentando un costo adicional frente a los importadores de medicamentos de aproximadamente 6,7 %”.
UN MERCADO CRECIENTE
Cifras de la Cámara Farmacéutica de la Andi señalan que el sector aporta al país aproximadamente 0,67 % del PIB. La producción, enfocada en gran proporción a satisfacer la demanda interna de medicamentos, ronda los $7,2 billones y el sector genera cerca de 50.000 empleos.
Las estimaciones sobre las cifras que mueve este mercadoson de $18 billones para 2021 en el país, con una proyección de crecimiento a $23 billones para el año 2024.
Cerca del 17 % de las ventas de medicamentos en Colombia corresponden a fármacos de venta libre (OTC), mientras que el 83 % corresponde a medicamentos con receta o RX.